domingo, 25 de enero de 2009

Influenciar o Ser Influenciado por Hno. Gonzalo Guerrero

La Iglesia está inserta en la sociedad y ha sido llamada a impactarla. Hoy podemos decir que la influencia es recíproca: la sociedad da forma a la religión, la cual a su vez da forma a la sociedad. ¡Esto es un error! Tristemente, hemos dado espacio al “mundo” dentro de la Iglesia, y la Iglesia somos usted y yo.
El mensaje de Jonás para que Nínive volviera su rostro a Dios, provocó que 120.000 personas se vistieran de cilicio y se sentaran en cenizas arrepentidos de sus pecados. Este es un mensaje que transformó la sociedad. La decisión de Moisés de enfrentar a Faraón, para que dejara libre a Israel… también cambió en un 100% la vida de más de seiscientos mil esclavos. (Éxodo 12:37)
Hoy la Iglesia ha impactado a la sociedad sólo en algunos ámbitos. Así, unas semanas atrás hubo un reportaje por televisión sobre el cambio vivido en una cárcel de Santiago, donde se puede ver un sector del penal totalmente evangelizado.
En muchos países, sin embargo, encontramos claras evidencias de una Iglesia impactada por la sociedad que la rodea. Las razones son diversas y hemos sufrido el efecto negativo que el pensamiento de la sociedad nos ha impregnado. Y una Iglesia moldeada y ensuciada por una sociedad posmoderna es el claro resultado de no atender a la advertencia que el Señor entregó a Jeremías para el pueblo: «Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás, y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti y tú no te conviertas a ellos» (Jeremías 15:19).
Iglesia, no perdamos terreno; debemos extender nuestras estacas para nosotros impactar a la sociedad llevando el mensaje de Cristo… Recuerde, el mundo ya no se impacta viendo iglesias llenas, el mundo se impactará cuando usted haga llover ahora mismo.§

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jueves, 8 de enero de 2009

Daniel y el Tiempo del Fin - Pastor Segundo Inostroza

La profecía de Daniel constituye uno de los libros más interesantes de la Biblia.

Daniel 12:3,4: “Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia será aumentada.”

Esta revelación fue mostrada y dada a Daniel por Jehová alrededor del año 607 a.C. Podemos ver el cumplimiento de esa visión con toda esa sabiduría y ciencia que se encuentra en el mundo que nos toca vivir hoy: muchos corren y viajan de aquí para allá alrededor del planeta por medio de aviones, trenes, barcos. Y la ciencia, sin duda, aumenta el doble cada día que pasa.

Me pregunto: ¿Por qué no aprovecharla nosotros hoy con la ayuda de Dios para evangelizar?

Por otro lado, hay quien pudiera decir que hoy muchos corren de aquí para allá tratando de encontrar alguna respuesta a sus problemas acá en la Tierra; y que lo de “libro sellado” consistiría en que sólo podría entenderse la visión de Daniel cuando fuere el tiempo del fin. Además, la ciencia y sabiduría actual permite a muchos ir entendiendo las palabras de Daniel.

He ahí dos puntos de vista. Ninguno es más correcto que el otro. Es más, ambos son perfectamente compatibles. Lo que es claro es que ya es el tiempo del fin.

¡Apresúrese! Mire a Dios porque falta poco para Su victoria final.

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sábado, 3 de enero de 2009

Espada Contra Espada por Hno. Erick Vásquez

¿Es importante leer las Escrituras? Aunque usted y yo estemos de acuerdo en que sí lo es, podemos diferir en el por qué.

Usted dirá que por medio de la Palabra uno recibe vida eterna, fuerza, consuelo, esperanza, consejo, amor, disciplina, cercanía con Dios; y todo lo maravilloso que se siente al escudriñarla. ¿No es verdad? No me mal entienda, porque opino lo mismo.

Pero no comparto que alguien diga: “Las Escrituras son importantes, pero es más importante lo que nuestro corazón sienta cuando oramos o cantamos”. ¿Acaso nuestro corazón no se conmueve cuando leemos Juan 4:14 ó Mateo 6:25-34?

¿Recuerda cuando Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado? ¿Se imagina a Jesús diciéndole a Satanás que su corazón estaba lleno del Espíritu de Dios y que por ese motivo tenía la victoria de su lado? Bueno, ¡eso fue precisamente lo que ocurrió! Pero no lo hizo con palabras improvisadas del momento sino que lo hizo citando las Escrituras, que son palabras eternas.

Mateo 4:1-10 nos revela que las tres tentaciones consistieron en verdades bíblicas. ¿Qué hizo Jesús? Tendió su Espada y le dijo: “Escrito está”. Maravilloso, ¿no? Satanás lo volvió a atacar con espada y le dijo: “Escrito está”. Jesús tendió nuevamente su espada y replicó: “Escrito está”. Y una última vez : “Escrito está”.

Jesús venció y demostró que estaba lleno del Espíritu de Dios porque supo qué decir y de dónde extraerlo: ¡las Escrituras!

Entonces, cuando alguien lo vea en una dificultad y le diga: “Si eres hijo de Dios, ¿por qué estás sufriendo? ¿Por qué Él hace pasar a los Suyos por ese problema que los tiene casi en la ruina?”, como si sacasen la Espada y dijesen: ¿La Palabra no dice que “los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien?” (Romanos 8:28)

Hermano, ¿qué dirá usted? “Escrito está: Nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”. (Romanos 5:3-5)

Será lo que de verdad usted siente y estará respaldado por la Palabra... que será su Espada.



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